Sonoramas

Otro de esos sellos que perduran en el tiempo y, que gracias a Dios, siguen siendo incombustibles. Desde que echase a andar en 1996 hasta nuestros días ha llovido muchísimo. Junto a Redshape y John Beltran otro de los estandartes de Delsin es Conforce. Quien nos presenta y regala este nuevo largo –continuación de su debut Machine Conspiracy- con olor a doble vinilo muy analógico y espacial.

Con canciones como Elude nos sumergimos en un techno parado de ambientes inertes y clásicos. Unas atmósferas que se mantienen casi quietas en unas mismas notas y sobre ellas, como Atila por la hierba, unos golpetazos de bajos analógicos bastante rotundos. Emboba de una forma similar Lonely Run, y ya más metido en un aura acuático más dub, Escapism. Mucho más amistoso y manoseando con gusto el house de Detroit encontraremos Diversion o el minimalista pero rítmico Aquinas Control. Un botón más que evidencia su gusto por un tipo de sonidos infravalorados en su tierra de nacimiento. Detalle que poco o nada le influye, todo lo contrario. Es capaz de componer maravillas atmosféricas como todas estas, encerrado e inspirándose en su base natal de menos de cien mil habitantes que es Leeuwarden (Frisia).

Para los seguidores de un sonido más techno y oscuro tenemos Shadows Of The Invisible, Revolt Dx u Ominous. Piezas que no le pierden la cara al dub, el beat bien sellado y los ambientes empantanados en colchones de sintetizadores. Melancolía embarrada que en ocasiones como Ominous se maltrata a sí misma con delays y efectos de sonidos varios. Por último el corte que más lava dub escupe: Within. Bien organizado en cuanto a los stabs, los filtros y el tech house efervescente. Deep serio y futurista pero parido mayormente por la magia potagia del hardware.

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