A Lupen lo conocí allá por 2002, 2003 o 2004...recuerdos neblinosos aquellos años...Lo que es seguro es que no fue hasta más tarde cuando supe que él también estaba metido en la música. Los primeros recuerdos de él son apreciando el trabajo de los otros. Lupen es un talismán de Barcelona. Más allá del Lupitron, regentado por nuestro protagonista, un garito que muchos en Barcelona conocimos. Recuerdo un domingo de techno y trance allá por 2003. Con una rodec y un pedazo de soundsystem, instalados dentro de la oficina de unos transportistas de la zona franca. No había mucha gente, rodeados de palets y albaranes, sumergidos en el trance hasta bien entrada la tarde... Lo realmente folk en Europa desde hace décadas ya es hacer pajareos de house, trance y techno hasta las primeras horas del lunes. Algo que Bobby hecha de mucho de menos.
¿Qué ha hecho Lupen hasta hoy? Pues de todo. Residió una larga temporada en Asia, junto a la crew del label Science. Pinchó en Pekin, Manila, Hong Kong...También en The Lantern, el underground pata negra de Pekin, según Crokan. La trayectoria de monsieur Lupen, está curtida en mil aventuras. Con la actitud necesaria para tirarse 20 años o más, por las callejuelas y subsuelos del deejaying. Y mantenerse así de fresco con un mixtape tan contemporáneo: soul techno y deep house que dibuja un paisaje de estructuras minimalistas, atmósferas sugestivas y texturas retrofuturistas… Incluyendo propias con algunos temas del sello Lobster Theremin, otro de Chaos in the Cbd, añade también un remix de Brian Tappert, productor del dúo americano Jazz’n’groove….En un maxi suyo vi uno de los mayores soufflés especulativos en discogs, llegando a cotizar por encima de los cien euros para costar otra vez dos míseros pavetes en menos de 14 meses. ¿Qué está pasando?
Hace poco Lupen ha abierto una tienda de gadgets para el militante del ruido electrónico y el tifosi de la rave. Adaptado a todas inquietudes y bolsillos. Desde calculadoras que chisporrotean como tb303 hasta cajas de ritmo de bolsillo, mezcladores de segunda mano, camis y slipmatts pepinos y cómo no, discos. En Lupen Crokan's mutant store, ubicada en las galerias Olimpia, lugar mágico del que salen cosas guapas, sólo encontráras cosas con vida, con sustancia. Lupen tiene un master en eso que está de moda ahora, lo del salir de la zona de confort. Una especie de irradiación subliminal que nos entrena para lo que está a la vuelta de la esquina. Un futuro en el que deberemos (de)generar retorno social si queremos un bypass los que fumamos, a pesar de haber patrocinado chalets, mariscadas y fideuás a nuestros políticos con los impuestos del tabaco. Niño Becerra dice que nuestro futuro será Soylent Green, una de las cátedras distópicas del cine, una peli muy arcaica, conceptualmente impecable que, junto a THX1138, Playtime, Theorema Zero o Brazil son algunas de mis favoritas. El futuro nadie lo predice. Siempre se avecinará sombrío. Y Lupen y compañía, se moverán como pez en el agua. Y es que Lupen, es de aquellos que estarán on fire, incluso en los peores pronósticos de Mr Becerra, porque, entre otras cosas, le retornará la generosidad con la que ha sembrado su camino. El trabajo es el mayor castigo del género humano. Nosotros preferimos ser como aquellos pocos pueblos que todavía no tienen verbo para denominar al trabajo. Pueblos que sienten lo que hacen y son, a quienes les dejan, más felices que aquellos que no paran de trabajar para encharcarse de vacío.
Texto de Bobby Garcia