Barraca, Chocolate, Espiral, Spook Factory, Puzzle... a los que nos gusta la música electrónica en España hemos oído hablar alguna vez de alguna de esas salas. Muchos ya sabemos que todas ellas tenían en común estar situadas en los alrededores de Valencia y que han formado parte la historia de la música de baile en España. Ahora bien, es muy probable que muchos no sean capaces de situarlas en el tiempo, ni de imaginar qué tipo de música sonaba en cada una de ellas o por qué consiguieron éstas (y no otras) esa fama antes de que la mal llamada ‘ruta del bakalao’ implosionara a mediados de los 90.
Para resolver esas dudas, el dj y periodista Luis Costa y la editorial barcelonesa Contra, han decidido embarcarse en la producción de este libro llamado ¡Bacalao! Historia oral de la música de baile en Valencia, 1980-1995. Tras devorarlo en tres días a un servidor le ha servido para despejar muchas de esas incógnitas y sobre todo tener, por fin, un orden claro sobre cómo sucedieron los acontecimientos en esos años.
“Llevaba tiempo con ganas de escribir un libro sobre música, años, y se dio la ocasión. Yo había escrito sobre algunos libros de la misma editorial Contra, sobre el de Sideral. Estrella Fugada, de Héctor Castells, o la edición española de Energy Flash, de Simon Reynolds, y en un momento dado les propuse escribir algo para ellos. Estuvimos viendo varias propuestas, ésta es la que nos encajaba mejor a ambas partes y me puse a trabajar en ello. Primero investigué a fondo el asunto con toda la información que encontré y hasta me hice un diagrama en una pizarra con los nombres de las salas y sus DJ. Lo puse todo en orden y preparé las primeras entrevistas, y luego una cosa detrás de la otra”, me comenta Luis Costa.
El libro está planteado, como dice su título, como una historia oral, es decir, una sucesión de declaraciones de los protagonistas que participaron de esta época. Un formato que lo hace mucho más dinámico que si fuera un ensayo en el que el escritor va comentando sus impresiones y hallazgos sobre el tema. Además, como está ordenado de forma cronológica la sucesión de los hechos se sigue muy fácilmente y gracias a las incontables anécdotas la lectura es ligera a la par que rica en matices. Un formato que según el propio Luis surgió de un modo muy natural: "se puede decir que casi me escogió él a mí". "Me dejé llevar, y partiendo de un momento inicial donde había contemplado la posibilidad de hacer un ensayo -que ampliara el estudio de Joan M. Oleaque en su libro En Èxtasi-, opté por el relato oral de sus protagonistas. Ya que pronto pude constatar que se trataba de un período poco documentado y que la mejor forma de hacerlo era esta, sin duda”, añade el periodista.
A lo largo del último año y medio, Luis ha estado en contacto con más de una veintena de personas que vivieron todo esto en primera persona, y aunque no ha podido contar con todos los que hubiera deseado, se puede decir que la historia ha quedado bastante completa. Quizá la que más llama la atención, explicada por el propio autor en la introducción, es la ausencia de Chimo Bayo, quién por cierto no sale demasiado bien parado en los comentarios de algunos de los protagonistas. “Me hubiera hecho feliz poder contar con la presencia de Mani o de Ian Brown, de los Stone Roses, lo intenté por todos los medios, pero no fue posible. También se intentó con Alejo Alberdi, de los Derribos Arias, y tampoco puedo ser. Si me pongo caprichoso, la lista sería interminable y de un libro de casi 400 páginas me temo que nos hubiéramos ido a otro mucho más extenso, e igual se hubiera hecho cansino… Estoy muy satisfecho, porque he podido contar con quien me había propuesto en un principio y creo que he dado con las voces que pueden explicar bien esta historia, por lo menos con algunas de las más claras”, me explica Luis.
Es difícil resumir 15 años de historia en casi 400 páginas, pero ¡Bacalao! lo consigue y nos lleva de viaje mental a aquella época en la que Carlos Simó rompía vinilos de discos que pinchaba en Barraca y semanas o meses después eran radiados en los 40 Principales; a conocer al inquieto e infatigable dj y promotor de conciertos Tony “El Gitano” y su alocada gestión de Chocolate; a descubrir a Juan Santamaría, clave en el origen de todo esto primero desde las cabinas y luego a través de la tienda de discos Zic Zac; a imaginar cómo sería bailar aquellas mezclas milimétricas de Fran Lenaers desde la cabina de Spook o a sentir como Arturo Roger manejaba al público valenciano en aquellas interminables tardes de domingo del A.C.T.V.
Podría citar algunas de las muchas anécdotas que se recogen en el libro, pero creo que es mejor el que esté interesado las vaya descubriendo según va devorando las páginas e irá conociendo el papel de una recordada y desaparecida droga como fue la mescalina, de los problemas que surgieron entre algunos de los protagonistas, de cómo figuras de la esfera pública y artística valenciana como Francis Montesinos aparecen constantemente citadas a lo largo de los años o de cómo las salas y su ambiente eran los principales reclamos y los djs estaban en un rol secundario (en los flyers no aparecían sus nombres como se hace ahora, por ejemplo).
No podía evitar preguntar a Luis qué momento de todos los que se recogen en el libro le hubiera gustado más vivir en primera persona: “Ufffff ¡!!! ¿Tiene que ser uno sólo? Si me tengo que quedar con uno, creo que sería Spook en 1986. Un año y poco después de su inauguración, con la sala ya a pleno rendimiento, y con Fran Lenaers repartiendo crema desde la cabina. Me veo haciendo viajes todo el tiempo a Chocolate para ver a José Conca. O me iría a 1984, con Chocolate, Barraca y Espiral en su momento de plenitud, viendo a Siouxsie y a Golpes Bajos allí en directo. Demasiado. También me plantaría ya en el 90 o el 91 en el A.C.T.V y a disfrutar con Arturo Roger, y contemplar cómo controlaba toda Valencia, para luego darlo todo en Límite Local. Todo esto con veinte añitos a poder ser, claro”.
Sin duda el libro también servirá para que muchos descubran a Germán Bou y su papel fundamental en la creación del ‘Sonido Valencia’. Una etiqueta que nació de una forma curiosa, tal y como cuenta Fran Lenaers a propósito de sus producciones como Megabeat junto a Julio Nexus y Gani Manero. También conoceremos a Juanito “El Torpedo”, que además de Dj en varias de las salas fue uno de los que se dedicaban a mandar música a Zic Zac desde Londres a mediados de los 80. Y por supuesto, se hablará del origen del uso de la palabra ‘Bacalao’ y del por qué en el título se escribe con C y no con K.
Razones por las que en Valencia sucedieran estos hechos hay muchas y a mi me parece que una de las más importantes el hecho de que el público en esa época estaba más receptivo de lo que lo pueda estar ahora sin tanta oferta de ocio ni tanta información. “El público en aquel momento, en los 80, estaba más receptivo a todo en general. Las generaciones jóvenes empiezan a disfrutar de toda una serie de libertades que las anteriores no habían catado. Y entonces, empiezan a hacerlo con toda su energía y creatividad. Un momento, además, donde todo está por hacer. De tal modo que todo se vive con gran intensidad, porque es rabiosamente nuevo y excitante. Coincide, además, una década, la de los ochenta, con una gran variedad y calidad de estilos y artistas que suenan en las discotecas valencianas por aquél entonces. Y que sus DJ pinchan de un modo transgresor y radical. Se configura así una escena con un público con un background musical tremendo: los grupos que bailan en las pistas son los que han visto en directo la semana anterior, o puede que esa misma noche. Valencia se sitúa con ello en la vanguardia musical de baile europea de esa década. Es, además, una escena que se retroalimenta constantemente, en un círculo que aglutina la música en directo, las discotecas, las tiendas de discos o las drogas recreativas. Y que los felices ochenta, con pasta abundante para hacerlo todo, contemplan su imparable y alegre movimiento”, me comenta Luis.
El por qué se acabó todo tampoco está claro aunque todo apunta a que la exposición a los medios generalistas de una escena que principalmente era ‘underground’ fue uno de los principales motivos. El famoso documental de Canal + hizo que a partir del 93 'la ruta' se convirtiera en todo un reclamo para que aún más gente de la que ya iba a las discotecas (que ya era mucha) fueran a la zona a ‘pegarse la fiesta’. Esto, unido a que la fiesta se había ampliado a los aparcamientos de las salas, con lo que eso supone en cuestión de mala fama, llevó a que las autoridades presionaran lo suficiente como para que todo eso no volviera a suceder.
Otra de las razones del fin de esto que nos descubren en el libro es el cambio de la música. En los años 80 la música que se pinchaba era tocada por grupos principalmente, muchos de ellos además se les podía ver en directo (incluso a las 7 de la mañana, algo inconcebible para muchos), "música con guitarras" como dicen algunos de los protagonistas. En un momento dado, ésta quedo relegada por otros sonidos más acelerados y también hubo un cambio en el tipo de gente que asistía a estos clubes. Sea por las razones que fuera, lo cierto es que lo que se vivió en esa zona en aquella época será irrepetible y ahora, gracias a este libro tenemos un poco más claro qué es lo que pasó en aquellos momentos.
Abusando un poco más de la predisposición de Luis Costa, y antes de leer el libro, le sugerí hacer una selección de temas que haya descubierto o recuperado preparando este álbum. El resultado son estos diez temas que puedes escuchar tanto en esta playlist en youtube como aquí debajo cada uno por separado.
Last Man In Europe - A Certain Bridge (1981)
Comateens – Ghosts (1981)
Decadance – On and on (1983)
Aroma Di Amore - Voor De Dood (Special Remix) (1985)
Death in June - The Calling (Mk II)
B.F.G - Western Sky (12") (1987)
Pankow - Kunst Und Wahnsinn (1988)
Alert The Press - Voice Of The Misterons (1990)
Jo Bogaert – Water
The Nighttripper aka Orlando Voorn - Machine City (1992)
Además de esta lista que nos ha confeccionado, Luis Costa ha realizado otra con temas más conocidos que triunfaron en la noche valenciana y que puedes encontrar aquí.