Sugerencias:
"Soy una gran admiradora de las largas y sinuosas mezclas", dice HAAi sobre su estilo de DJ absorbente y de liberación lenta. Sus sets buscan placeres duraderos en lugar de éxitos instantáneos, y por ello es por la que se ha convertido en residente semanal los sábados en el club londinense Phonox.
A pesar de crecer en un remoto pueblo minero australiano caracterizado por "tierra roja, hormigas toro y calor abrasador", la música siempre ha sido la vida de HAAi. Hasta hace unos años era vocalista y guitarrista en una banda de shoegaze y psyche, Dark Bells, y pasaba muchas horas escuchando extraños ritmos tailandeses y turcos, discos psicodélicos agotados y tambores nigerianos y keniatas. Y a pesar de estar en la escena de baile gracias a una visita casual a Berghain, esos discos aún juegan un papel importante en su vida: no solo la llevaron a comenzar su propia fiesta Coconut Beats en Dalston, para luego crear un blog, y tener su propio programa de radio en Rinse FM sino que ahora también se ha convertido una serie de eventos que se celebran de forma regular en Phonox y en un sello discográfico. "Esto es todo un pasatiempo que se ha salido de control", se ríe, pero al hacerlo revela una pasión profundamente arraigada que nunca deja de colorear sus decorados.
En sus fiestas de Coconut Beats, HAAi satisface sus propios gustos esotéricos y comparte el conocimiento que ha acumulado durante muchos años de excavación. Desde Sudáfrica hasta el Medio Oriente pasando por Sudamérica y Londres, son eventos edificantes que demuestran que tiene sus propios gustos distintivos. Sin embargo, cuando se aleja de Phonox para tocar en Europa, es probable que escuche su pasión por el techno más duro que se remonta a ese viaje definitivo a Berlín hace cinco años.
Como productora es amante de la música con bajos, texturas y percusión, y ya cuenta con unas cuantas producciones en solitario además de remixes y colaboraciones con gente como Jono Ma y el baterista de jazz y productor de techno Rupert Clerveaux.
